Los chicos de La Ventana Recursos Artísticos tienen una sala enorme en Madrid (más de 240 m. diáfanos para ensayar y crear) en el que querían que hubiera un rinconcito que sirviera de «área de descanso».
Buscaban algo original y divertido pero que al mismo tiempo no rompiese demasiado la estética de la sala ya que es un lugar de trabajo y se hace necesaria cierta «sobriedad».
Tras un café, ser presentados formalmente a los sofás retro-kitsch (contratados para encargarse de la parte del descanso) y el cruce de un par de emails, todos tuvimos claro el mural que necesitaban y tras varias sesiones (un rinconcito de una sala de esas proporciones tiene el tamaño de un apartamento), La Ventana consiguió su salita e incluso su propia ventana.
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